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Las rutinas de bienestar que integran ejercicio al aire libre, caminatas, meditación y respiración consciente están ganando popularidad como una forma de mejorar la salud física y mental, al mismo tiempo que refuerzan el vínculo con la naturaleza.
Diversos estudios señalan que dedicar al menos 30 minutos al día a caminar en entornos naturales reduce el estrés, mejora la concentración y contribuye a un estilo de vida más equilibrado.
Además, preparar bebidas como té o café sin envoltorios desechables y compostar los restos orgánicos complementa esta práctica, cerrando el círculo de un bienestar sostenible que cuida tanto del individuo como del entorno.